Cernunos, el dios ciervo de los galos
Cernunos, el dios cornudo
Cernunos (Kernunos) es una divinidad gala que significa “el cornudo”. Dios ciervo es una de las más viejas y populares divinidades de la Galia céltica. Se lo representa a menudo sentado o en posición de semi-loto (posición que ha servido a menudo para simbolizar la sabiduría de las personas representadas en las imágenes). Se lo encuentra también con otros nombres, como San Bretón, Telo, Edern y Kornely. Hay numerosas representaciones de Cernunos repartiendo alimentos, en ese caso simboliza la abundancia.
Algunas veces se lo representaba con tres rostros, o con dos personajes acólitos. Se lo representaba también acompañado por un ciervo y una serpiente con cabeza de carnero.
Es el gran señor del bosque, de las bestias salvajes de la pradera, de la vegetación y de la fecundación. Cernunos es algunas veces asimilado al dios Pan, al dios Hermes por agilidad, velocidad y por la capacidad de esconderse fácilmente. También se lo asocia con ciertos cultos dionisíacos. En la alquimia simboliza el Mercurio.
En las festividades del calendario druida se invocaba particularmente a Cernunos en tres oportunidades. La fiesta de Cernunos, el 20 de diciembre, antes del Sabbat de Yule solsticio de invierno para señalar el próximo retorno de la luz. Y el 4 de abril, cuando de festejaba Cernunos como símbolo de poder y abundancia. Y el 1° de noviembre, en la oportunidad del Sabbat de Samhain, se invocaba a Cernunos orientado hacia el oeste, simbolizando la desaparición de la luz.
El chamán y el mundo oculto. Relación con Cernunos
El dibujo permitía al chamán entrar en contacto con el espíritu del animal representado. La base del chamanismo, como en todas las religiones oficiales y en las tradiciones paganas, es la creencia en mundos o dimensiones superpuestas o paralelas.
Pero lo que es propio del chamanismo, es que existe un individuo, el chamán, que oficia de mediador (médium) en los diferentes mundos y es capaz de recibir los espíritus que vienen a encarnarlo. Gracias a un transe obtenido por diferentes medios (danzas, drogas, libaciones, ayunos, etc.), el chamán entra en contacto con el mundo de los espíritus con el fin de captar la benevolencia y la bienaventuranza y regular los problemas de la vida corriente: curar enfermos, predecir el avenir, favorecer la caza o la agricultura, etc.)
En todas las latitudes, el mundo subterráneo es percibido como el mundo de los muertos, de los espíritus y de los poderes naturales. La gruta es una puerta abierta a ese mundo temible y alucinógeno. En la oscuridad se pierden las referencias habituales y hay una tendencia natural a las alucinaciones propias de los estados secundarios donde se producen las comunicaciones con las energías naturales y los espíritus.
Las representaciones de esta página corresponden al “Gran Sorcier” de la gruta de “Trois Frères” en Ardèche (Francia), que muestran la estrecha relación entre el chamán y las deidades con cuernos. El carácter fálico y dionisíaco está presente en los evidentes aspectos sexuales de las imágenes.