Adivinario. Historia del Tarot. La adivinación y los oráculos. El secreto de los símbolos del Tarot.

Origen, historia y misterios del Tarot

Orígen e historia del Tarot

El orígen del Tarot es incierto, pero de todas maneras muy viejo y se pierde en la noche del tiempo. Hay muchas opiniones diferentes. Igualmente en lo que se refiere al lugar donde se originó, hay quienes afirman que nació en Egipto, en la China, en la India o en Persia, pero no hay ninguna prueba fehaciente. Según afirman algunos, los gitanos habrían introducido en Tarot en Europa. Pero lo seguro, es que el Tarot que nosotros conocemos data del Renacimiento.

En el siglo XV, una familia aristocrática italiana encarga varios juegos de Tarot pintados. Estos juegos de cartas históricos se conservan en museos o en colecciones privadas, pero lo más corriente entre ellos es un juego de 78 cartas que es considerado como la base del Tarot moderno. Muchos viejos juegos del Tarot tienen imágenes con motivos franceses. Uno de los más famosos es el Tarot de Marsella. En el siglo XVII los italianos dejaron de producir juegos de Tarot y los importaron de Francia. Los juegos de 78 cartas ha sido utilizado de diferentes maneras en el curso de su existencia, pero ese juego particularmente se conocía en Italia con el nombre de tarocco y en Francia con el nombre de Tarot.

Los misterios del Tarot

El Tarot forma parte del misterio de la tradición occidental y es uno de los métodos más enigmáticos de adivinación. El orígen del tarot es incierto y envuelto en un pretendido secreto. El hecho de que nosotros no sepamos a ciencia cierta como funciona en tanto que oráculo, ni cómo las cartas nos dan una imagen correspondiente a la pregunta que se le formula, ha mantenido la fascinación de quienes, después de siglos, han consultado el Tarot.

Ciertas personas creen en una forma superior de inteligencia que influye en la reorganización de las cartas en una tirada de manera tal que ciertas de ellas aparecen en un orden preciso. Otros creen en la teoría de la sincronicidad (*) del psiquiatra suizo Carl G. Jung que, aplicada al Tarot, funcionaría en la simbologia asociada a las cartas. Segun Jung, en el universo todo está relacionado entre sí y nuestro mundo exterior es un reflejo de nuestro interior. Nada esta separado del resto del mundo y entonces la asociación de símbolos de una tirada de cartas sería el reflejo de la cuestión que se plantea o de la pregunta que se le haga. Aunque esta teoría parezca extraña, puesto que la elección de las cartas esté aparentemente ligado al azar, cada carta encierra un simbolismo que tiene la cualidad de diseñar un acontecimiento que puede ser interpretado con exactitud para quien sepa leerlo.

(*) Carl Gustav Jung (1875-1961) propuso llamar « sincronicidad » a la ocurrencia simultánea de dos o más acontecimientos que no presentan en sí mismos una misma relación de causalidad, pero que su asociación toma un sentido particular para la persona que los experimenta.

Adivinación, oráculos y simbolismo.

A lo largo del tiempo, varios lenguajes simbólicos han sido desarrollados para acceder a los secretos de la psiquis humana e develar las causas profundas de ciertos acontecimientos y su projección en el futuro. Lo que se llama «adivinación », viene etimológicamente del latin « divinare », que es el don «divino » de los profetas para ver y predecir el futuro y ciertos eventos.

La palabra oráculo viene del latín oraculum ‘lugar donde alguien habla’, donde los dioses daban sus vaticinios, profecías o predicciones (*) formulados por una persona que hacía de medio (medium) en forma misteriosa y enigmática. El oráculo más famoso de la antigüedad era el de Delfos, en Grecia. Por extensión, se llama oráculo al propio lugar en que se hace la consulta y se recibe la respuesta (el oráculo). Y también se llama oráculo al método con el cual se hace la consulta (Tarot, Runas, I Ching,…)

(*) Sin embargo, hay una diferencia entre profecía y predicción: Una predicción es una afirmación que se utiliza para reforzar una teoría de acuerdo a un proceso lógico. Una profecía no está ligada a un razonamiento sobre aquello que debe producir el resultado predicho. Las grandes religiones monoteístas (Islam, Cristianismo, Judaísmo) otorgan gran importancia a las profecías como índice del designio de Dios.