La simbología del Tarot
Interpretación de los símbolos del Tarot
EL Tarot es ante todo un libro de símbolos, un universo reducido como el microcosmos con relación al macrocosmos.
La palabra “símbolo” viene del griego σύμβολον (que significa «lo que une, junta, compara, comunica, encuentra, explica», y que a su vez antónimo de διάβολος (diablo) que significa « lo que divide o desune ») que designaba un objeto compartido entre algunas personas para servir como signo de reconocimiento. Un símbolo también podía ser una combinación de colores, o de palabras. Por ejemplo las enseñanzas claves de Pitágoras se llamaban “acousmates”, y se distinguían por algunos “simbolos”, en el sentido de “contraseñas”. En el Tarot un “símbolo” no designa una cosa abstracta sino bien concreta y presente en una imagen. De alguna manera es un puente destinado a transmitir y a comunicar una idea. En este sentido, el símbolo no es una imagen convencional y arbitraria impuesta definitivamente. Por el contrario, está destinado a compartir una imagen dinámica y vivaz.
Tomemos por ejemplo la imagen del Tarot XIX, el Sol. En un principio ella tiene resonancias inmediatas, el Sol evoca el calor, el verano, el día, la radiación, la luz. Después, y siguiendo el grado de evolución de cada uno y la fuerza de su imaginación, surgirán otras correspondencias: la fertilidad estimulada por los rayos solares o tal vez la sequía del desierto! El Sol también puede sugerir otro tipo de imágenes: lo “masculino” en contraste con lo “femenino” de la Luna. O las ideas de “Padre” o de Dios, de realización del ser, de amor, etc. En la medida que se descienda en el inconsciente, el Sol develará un mensaje personal que se enriquece en la medida que es más profundo. Se puede decir que los símbolos pueden ligarnos al espíritu, al alma universal del mundo, a lo que Jung ha tan justamente definido como inconsciente colectivo.
Cuando está bien orientado, el estudio de los símbolos aporta una riqueza profunda. Aprehender un símbolo es a la vez lo más fácil y lo más difícil. Es lo más fácil porque él se dirige a nuestros sentimientos y no a nuestra razón. Para percibir un símbolo hay que hacer callar la razón y dejar libre expresión a nuestro corazón, a nuestra alma. Pero eso es también lo más difícil, porque hacer callar nuestro mental significa un reencuentro con la espontaneidad, la inocencia, la creatividad. En lenguaje de la psicología transaccional, el signo se dirige directamente al “Niño” y no al “Adulto” ni al “Padre”. El símbolo se orienta a la creatividad “infantil e inocente” que está en el fondo de cada uno.
El simbolismo místico del Tarot describe el curso de nuestra vida y engloba todas las experiencias arquetípicas que podemos encontrar. Esos símbolos encierran todos los secretos de la mente y de los sentimientos. Y algunos llegan a afirmar que ellos comprenden todos los secretos del universo. Comprender los misterios de la simbología asociada al Tarot es penetrar en el misterio de nuestra propia vida y descubrir lo que cada uno lleva en sí mismo en el presente y en el futuro.
Curiosidades de la Simbología
Una de las interpretaciones sobre el perro que juega con el sexo del arcano mayor sin número, el “Loco”, es que en él están simbolizados los instintos básicos “indeseables” y las necesidades biológicas que a menudo interrumpen la búsqueda en el camino espiritual. Bajo este supuesto, la sexualidad aparece como un obstáculo o algo pecaminoso que aparta y retarda al espíritu en su camino a la perfección.
Ello no debe sorprendernos tratándose de símbolos provenientes de la edad media. Aun en nuestra época, en la que se supone haber superado ciertos tabúes, hay quienes consideran la sexualidad como algo pecaminoso y por lo tanto que debe generar culpas. Según esta interpretación, la iluminación del Loco esta interrumpida por el juego de los instintos básicos, pero a la vez que se recuerda que el camino espiritual se hace en el mundo aunque el “Loco” pareciera olvidarlo, flotando en otros mundos y perdiendo de vista su misión sobre la tierra. Eso señala un doble aspecto que estaría presente en el Tarot, puesto que el “Loco” es un arcano que no tiene un número en particular y que su mensaje puede extenderse a todo el juego.